Ah, qué haría yo sin Zelda... qué se le va hacer. La verdad es que era un juego que le tenía ganas por el factor nostalgia (como muchos otros, imagino) y, sobre todo, porque a pesar de haberlo jugado antes nunca llegué a terminarlo por mi corta edad...
Recuerdo cuando jugué al Majora's Mask para la Nintendo 64 y os mentiría si os dijera que no me ponía nerviosa a medida que pasaban los días y veía como la Luna se me caía encima. ¿¡Qué!? ¡Tenía unos 5 años! ¿Sabes para que edad lo recomienda PEGI? ¡Para 12! Bueno, aunque tampoco es que a PEGI se les de muy bien recomendar edades... Pero, ahora me da bastante igual ya que a fin de cuentas siempre vas a tener la Canción del Tiempo para volver al primer día cuando quieras... eso sí, como te pille en mitad de un templo y tengas que volver a hacerlo te vas a acordar de más de uno.
En fin, de las cuatro regiones que hay en Termina, el Pantano me resultó muy fácil, al igual que el de la Montaña (pero cuyo templo odio por la cantidad de huecos para caerte que hay, en el Océano ya tuve que volver al primer día cuando iba a empezar el templo por perder el tiempo en la misión anterior y el último... fue la única zona que me obligó a volver a hacer un templo, aunque como es la que más me gusta de todo el juego tampoco es que me importara mucho.
Pero comparada con otros títulos de la saga, Termina es un mundo muy pequeño para la cantidad de objetos que se encuentran: la mitad de las máscaras las utilizarás como mucho una vez, además de objetos como las míticas nueces deku que solo te servirán para el primer jefe, el escudo espejo que pronto será sustituido por las flechas de la luz, la espada del Gran Hada que consigues al final del juego prácticamente... o la máscara de la Fiera Deidad... Vale, es el objeto más genial y difícil de conseguir... pero solo se activa durante las batallas de jefes y debido a la mecánica de estos técnicamente solo para el primero y Majora, la cuál se me hizo extremadamente fácil... en serio, no la recomiendo.
En fin, pasemos a cosas que me encantan: las máscaras de transformación en deku, goron y zora. No hay nada mejor que jugarlo para comprobarlo, aunque me fastidia en este remake Link Zora necesita magia para nadar rápido cosa que no era necesario en el original, pero nada importante. Y, sobre todo, el soundtrack... lo adoro. En serio, me encanta como consigue trasmitirte esa atmósfera tan tensa y oscura que diferencia este Zelda de los otros
En total han sido unas 30 horas de juego las que he necesitado para completar la partida al 100% y eso que he intentado ir lento porque me daba pena terminarlo. Es un juego que se te queda un poco corto ya que en el título original solo tuvieron un año para crearlo. Sin embargo, si es tu primera vez quizás te lleve un pelín más si se te echa el tiempo encima durante un templo.
Ah, que se me olvida, si te preguntas por las diferencias entre la versión original y este pues mira, qué quieres que te diga, el mayor cambio son las texturas pero el contenido es más o menos el mismo. Lo único resaltable es que han añadido dos estanques de pesca, un ojo gigante a los jefes y poco más... pero, vamos, el juego no es más fácil (cosa que me temía) sino simplemente menos lioso.
Y no te preocupes si no has jugado al Ocarina of Time, su precuela directa, ya que no te vas a perder en absoluto si no probaste este titulo antes. En fin. sencillamente, si no has jugado nunca a Majora's Mask o si perdiste tu Nintendo 64 te la recomiendo sí o sí (¿Qué narices crees que te va decir un fan de la saga? Jajaja)
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